este que se arrastra
por las calles
entre la gente
el que se pasa el día
llorando en un cuarto
oscuro
deseando estar muerto
no soy yo
ahora
enciendo la maquina
la llevo hasta nueve
y en veinte minutos
seré otro
mas nervioso
errático
completamente extraviado
y tampoco seré yo
yo era el iluminado
el de la tierna sonrisa
el de la palabra justa
el eterno enamorado
y me he perdido
para siempre.
la imagen en el espejo lo sabe
pregunta y yo
que aún no tengo la respuesta
le digo - pronto,
déjame encontrar
el modo-.