El pasado es un chute que hiere al presente

a Carito, por llenarme el corazón de pajaritos...


I


Rinconcito del cuarto donde yace el dado.
Silencioso hacer de las sombras.
La luz sobre el agua florece peces
Cuando yo no miro!
Cuando yo no miro!


Pajarito atado al vuelo de alas
Invisible abrigo de vocales enredadas
Rabiosa distancia, breve migaja
Cuando yo suspiro!
Cuando yo suspiro!


Tristeza en compas trepidante
Repiqueteo que horada tambores.
Incesante gotear de los estantes
Cuando lloro!
Cuando lloro!


Hebras de sol que se arrastran
Martillos derribando catedrales
Flores y escalpelos cohabitando
Cuando yo escribo!
Cuando yo escribo!


II


En el amanecer
el chaleco de fuerza
de la noche
las ruinas del silencio
en mi garganta
el frio de estar solo


los ojos ciegos
ante las mismas cosas.


las cosas en el lugar
correcto:


el cigarro, el café
vos,
el poema.


III


Se había cortado las venas
en tres ocasiones y
en las tres
sobre el mismo tajo.


Al final lo consiguió.


Dicen que decía:


A veces, es necesario
andar el mismo camino
una y otra vez
hasta que en él se encuentra
lo que se va buscando.


IV


En un recuadro
con las sombras fallando intenciones
me asomo 
adicto al reflejo de luz 
que me guía y aprisiona.


Un poeta en su sillón.


Yo mismo
doblando los ojos,
posando para regalarte
mi mejor perfil.


V


Es hora de caer
y caer, ya sabes,
es recogerse del caos 
que es volar.


VI


Fue solo un trazo rápido en la tarde.


Un rayo caído de un cielo celeste.


Sus ojos desde la distancia
me rasgaron en horizontal.


Creí que era una apuesta segura
Y tal vez lo era,
pero yo nunca fui un buen jugador.


VII


En la distancia no se es.


En la soledad no hay dónde.


Se imagina uno, se cree
debe inventarse
todo el tiempo.


VIII


Me quedaría la noche entera pensándote.
La noche entera en el escaparate.
Deletreando uno a uno los sinónimos,
los pretéritos; desgajando los verbos;
salpicando las paginas con incoherencias;
desvistiendo las luces; desafiando a la luna
al colmillo de la almohada; a los puños
del silencio.
Pensándote,
la noche entera.


IX


En esta nueva hoja\ nueva hora
atizare a los fantasmas
a la larga hilera de sombras
(Voy a estampillarlas)


X
Una paloma en el tragaluz de la celda


Tiempo atrás, largos años
una piedra sembrada por tu mano
cegó el vuelo de un ave.
Maldijiste entre risas
la puta suerte del bicho
ignorando tu propia surte.

El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...