sábado, 29 de octubre de 2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

Acantilado

alguien tiende la mañana/la cama tendida
los cuerpos con señales de tráfico/el aliento
de los bares/salen periódicos ambulantes
con mirada de imprenta/sonrisa de croissant
fue por ella/cruzando peatonal
camino del trabajo/muñeca/escote de acantilado/
que estuve a punto de dejarme las venas
aunque dije a tiempo--mañana vuelvo--
y no volví más.

Metalurgia

Por que insistir
yo no voy a decirte
nombrar una a una
hojas que caen
como las caricias de mis dedos
como el roce de una mano
en el frío
es entrar otra vez
es volver a empezar
reiterarse en esta increíble manía
de poner en las nubes
cosas que ni siquiera son dignas
de estar en la tierra.

sueños y café

llevo años sin dormir/a tu lado que cálidas
las mantas de tu cama apenas te levantas
y nos preparas el cafe e insistes en que debería
y yo me adentro en tu abrazo como en un sueño
que dura toda la vida/que no tiene fin
que nunca acaba de empezar.

sábado, 22 de octubre de 2011

Pasos

La poesía de nuestro amor
es como esos pasos apurados
que se oyen, a veces,
a altas horas de la quieta noche:
Desesperada y temerosa.
                                   Distante…

lunes, 17 de octubre de 2011

65 Cristales

Carolina se presenta ante nosotros
como un espejismo en el desierto.
Es la sal de los mares.
Viento de poniente.
Jarabe.

No te vayas le digo.
Carolina no te vayas,
que aún tengo toda la noche por delante,
y es preciso sostener
65 kilos de hueso y carne
o subyugar la avalancha
de las memorias de faquir.

No tengo 100 euros
pero saldré a romper cristales
65 cristales por el toque de tus dedos
que me hacen más llevadera la estancia.

Le digo, no te vayas Carolina
que aunque siempre es tarde en mi reloj
aún tengo toda la noche por delante
y 65 huesos como clavos
ardiéndome en la carne.

sábado, 8 de octubre de 2011

Impresiones

R dice que tengo unas pestañas larguísimas. Dice que tiene envidia de ellas. Dice que daría cualquier cosa por tenerlas igual. Dice que son unas pestañas perfectas.
R me mira y sonríe. Sus labios se estiran y sus ojos se iluminan. Le digo que esta guapísima. Guapísima, repite ella, incrédula,  y repasa las últimas líneas de su diario personal. 

Este pueblo...

Este pueblo va a arder
cuando el sol se ponga,
y las prendas tendidas
echaran a andar
su espíritu de suavizante.
Cuando el sol se ponga.
Cuando todos ardan
Y yo los mire
desde mi ventana
con la cabeza en reposo
sobre 4 almohadas
bien apiladas.

El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...