No va a matarte
aunque creas que sí.
Es ausencia.
Es delirio.
Pero eres fuerte y
lo sabes.
Vuelve al mundo
sin mirar atrás.
Si lo piensas,
esa cosa se te agarrara
como una sanguijuela
y te sorberá
hasta secarte
como a una hoja
igual que a una hoja.
Esto también pasara.
Todo pasa y
se olvida
aunque creas que no podrás
que la única salida
es caer sobre
el filo del suicidio.
Pasara
y vendrán otras
igual de malas
o peores
y volverás a creer
en ellas.
Así funcionan
el amor
y el hombre
y la vida.