martes, 21 de diciembre de 2010

Ella pregunta

Si me acuerdo de ella pregunta
si recordare…-
Ella golpea la puerta
y yo le abro mi pecho para que entre.
Me mira despacio
me habla como mirandome
y cae como lluvia
colándose en mi corazón.

Un genio de la estupidez

Jesús bajo a la tierra
pero yo estaba drogado
cuando eso paso.
Papá Noel
no pudo dejarme su regalo
porque había tantas botellas
de vino vacías en el suelo
que era imposible
entrar sin hacer ruido.
Los reyes magos
no se atrevieron
a asomarse por mi casa
visto que viajan en camello.
Ella me dio una oportunidad
sin tener en cuenta
que yo soy yo
y es inútil
como regalar
una cuchara a un caníbal.

La arañita en tu pelo

Tu compañero soy
el que se sienta detrás tuyo,
la arañita en tu pelo,
el que se retuerce en cientos de giros
si te ve mirar a otro
el que escucha "Silvio"
el mismo que besaste esa noche
en la estación
estando borracha
con el que te escondiste
en una de las aulas vacias y oscuras
de la nocturna
el que tenia una amiga psicópata
que te encaraba si te veía hablar conmigo.
El que sabia muy bien cómo mirarte
el mismo que intento besarte muchas veces
después de que lo dejaras
y siempre le dijiste que no.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Inocencia

Ella esta descalza en la habitación del hotel
sobre la cama, juega con sus dedos
a la espera de que una lluvia fría
bautice nuestros cuerpos.
yo, mientras tanto,
temo que de un momento a otro
nos tiren la puerta abajo.
Ahora, muchos años después
puedo confesar
que ella me hizo poner colorado
por las cosas que, al verla así,
llegue a pensar.

Pan duro

No hay mucho por descubrir
me digo mientras doy
cinco pasos
dentro del cuarto y
lo recorro
de lado a lado.
Y el amor es un espejo
impenetrable
frente al que me siento
a fumar
y los días son
un corto paseo en coche
pan duro bajo el brazo.
Por lo menos me queda café
y unas cuantas revistas
para recortar palabras,
quiero decir,
hace frío
pero
hay esperanza.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Todavía

Ahora lo sé:
hay que dejar de mirar
para poder ver.
Sé que hay que dejar de buscar
para encontrar,
y olvidar el amor,
todo lo que el amor es,
cuando se dice -te amo-.
De no ser así, cómo explicarte
que te siento a mi lado
aquí, conmigo
incluso cuando ya hace tiempo
que te has ido.

no vas a olvidarte

I

Acaso esta tristeza pronunciada
con mi voz de autómata
resistiendo la embestida de la aurora
tejiendo escarpines con tu nombre
para el niño “yo” que tiene frio de vos.
¿Me condena al pasado?
¿Me resisto al presente?
¿Le temo al futuro, sin vos?
¿Le temo? Lo cierto no es lo puro.
Lo que salva y lo que muerde, no es.

En cambio vos y yo, acaso, también
Morimos. ¿Estamos muertos?
¿Sobrevivís a la ausencia de mis manos?

Tus huesos se fundieron en la cruz
de mi pesar, que arrastro en las noches

¿te acordás de esa noche? ¡Arrepentida?
¿Por qué decidiste echarte atrás?
echarme a andar, ciego, doliente
como una oración que se lanza
hacia la tormenta, implorando
que deje de doler. Pero, ¿qué parte
de mi mismo duele? ¿qué parte de vos
viene a postrarse en mi lecho y me hiela
el cálido sueño, el amor...


II


Ahora que no estás\ te has ido
pero, ¿estabas \ antes? cuándo
decías estar\ cuando yo te miraba
intrigado\ dolido\ apastado
indagando en la luz\ lucecita\ vos
linternita fluorescente\ bengala

Dónde\ cuándo\ hacia qué nuevo
optimismo\ fuera de mi\ tan a salvo
de mi llanto\ de mis ruegos, de mis
dedos\ boca \sangre\ huesos míos.

Quién te espera al otro lado
fuera de mi\ en la jungla
Quién cuidara de vos\ nubecita
de fosforo\cucharadita de jarabe.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El poeta sobrio

Yo quería ser un poeta
de camisita blanca en verano
y suéter de lana en invierno.
Un poeta sobrio
y de vez en cuando
encontrar
la palabra exacta.
O de esos que dicen
en tres o cuatro estrofas
gandes verdades
que nos conciernen a todos.
Creí en la poesía
como el perfecto camino hacia vos.

Yo quería ser poeta
sentado a la mesa de un bar
prescribiendo recetas contra la soledad
que siempre está conmigo
desde el primer chirlo de la luz
hasta la primera sangre
o el primer beso.

Yo quería ser un poeta sobrio
de esos que no dicen demasiado en un poema
apenas lo suficiente
y se callan lo que importa
para que el que lee encuentre
Por sí solo la verdad.





miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sin razón

Vas a seguir alejándote día tras día
cada vez más lejos
demasiado lejos no tiene recuerdos
demasiado lejos es como estar muerto.
Vas a seguir yéndote de mí
Partiendo de mí día tras día
Dejándome cada día un poco más solo
El que se va no regresa
El que se va se está yendo toda la vida.
Continuaras alejándote de mí
Seguirás yéndote muy lejos
Abandonándome
Como si estuviera muerto
Como si fueras a morirte
Casi sin razón.

lunes, 13 de diciembre de 2010

le surreáliste (cont.)


6

Esto no es, no puede ser bueno. Definitivamente no hará que mejoren las cosas entre nosotros y de seguro me mantendrá atado a vos por un largo tiempo. Y digo esto de dar vueltas como una mosca sobrevolando esa muesca de caramelo que dejó sobre la mesa el dulce que alguien ya se llevo a la boca. Pero me juro a mí mismo que ya no, que es la última carta, que después de esta, y de una vez por todas, viviré mi vida, me olvidare de vos y le rezo a dios para que me de fuerzas…pero en medio pasan cosas…accidentes que me minan la moral, problemas en casa que me hacen ver lo pequeño y vulnerable que soy y entonces me encierro a llorar…la tristeza es un vaso y te juro que es posible que alguien se ahogue en un vaso de lagrimas… Yo no te pido que lo entiendas, y a decir verdad ni siquiera yo estoy seguro de qué es lo que busco diciéndote todo esto.

En lo que va de día ya me tome 5 aspirinas. No sabes lo mucho que me duele la cabeza y como me pone de malhumor. No hago más que darle vueltas y soy como una maraña de alambre inflexible y oxidado. Para colmo tengo prohibido beber. Antes por lo menos me iba por ahí y me pegaba unas buenas juergas, pero eso ya es pasado. Un pasado que nunca se termina del todo pero que voy superando día a día. Pero con vos es distinto. No se trata de algo que debo superar. El dolor no se supera. Al dolor hay que desgastarlo. Fumarlo hasta que no quede en el nada que pueda ser reciclado.


7

Hoy fui a la plaza del ajedrez a jugar unas partidas. El cielo estaba nublado pero hacía calor y a pesar del gentío, el pueblo tenía aspecto de algo soñado. Sólo había una mesa ocupada. Un yonqui con su tablerito de madera algo pintarrajeado, quizá por un niño, puede que por él mismo. Le pregunte si jugaba y me sonrío impaciente, frotándose las manos en los pantalones. Unas manos sucias y como con guantes de cirujano que le quedaban ridículamente grandes. Desde mi ángulo de visión su cara era un triangulo anguloso. Pómulos como cuernos y quijada estrecha.

Él, que jugaba con blancas planteo la española y yo acepte. Su juego era agresivo pero sin profundidad, como si intentara hacerme daño con una espada de cartón forrado de papel albal. En pocas jugadas le di jaque mate. Se suele apostar un euro, algo simbólico, por partida. Yo no tenía intención de apostar con él, pero ni bien acabo la partida me extendió su moneda. No sólo no la acepte sino que le di un euro más. Volvió a sonreírme y su cara se plegó como un bandoneón y cuando dejo de sonreír las arrugas seguían allí. Que si jugábamos otra, que lo haría mejor…y yo, por qué no. Esta vez me toco a mí jugar con blancas. Antes no lo había notado, pero ahora cuando agarre el peón de rey para hacer mi primer movimiento pude sentir la rugosidad grasosa de la pieza. Inmediatamente tuve la sensación de haber rozado sin querer la mano del yonqui y me sentí conmovido y asqueado. Él, insistiendo en su juego agresivo planteo la defensa siciliana y cayó en una conocida celada con mate en 10 jugadas.

Coño! Joder!...hoy no sé que me ocurre…que le diera la revancha…y yo que sí, que jugaría una más…lo que no fue verdad…porque después de esa vino otra y otra más…a medida que las partidas se sucedían su juego se volvía más defensivo. En la última partida, tras superar las jugada 17, me miro y me dijo…esta vez sí que te costara entrarme…me he montado una buena defensa aquí…y cuando terminó de decirlo le jugué un sacrificio de caballo sobre su enroque y mate en 3 jugadas…tu eres profesional…me dijo…y yo, que va…hace menos de un año que juego…y enseguida le solté mi frase favorita…la que les digo siempre a los tipos con los que juego…No es que yo sea muy bueno, lo que ocurre es que vos sos muy malo…

Me despedí prometiéndole que volveríamos a jugar y ahí se quedo, mirando el tablero donde las negras dan mate al rey blanco. Me pareció verlo hablar a sus piezas, y es muy posible que así fuera. Había algo de organismo vivo en aquel tablero. Puede que aquel tipo no fuera después de todo un yonqui sino, más bien, un enfermo del ajedrez y lo supongo porque a mí también me ocurrió no hace mucho, llegue a pesar 50 kilos, sin exagerar.



A la enfermera

Como una mosca escribe en el cristal de la ventana
voy a escribirle mis paranoias como paraguas abiertos bajo la lluvia de un día de sol.
Voy a escribirle la sangre de mi labio partido en el asiento trasero de la patrulla
Voy a escribirle como un idiota, tonto del culo.
Le escribiré el mordisco de las esposas en las muñecas
La resaca de mi cabeza como un panal de avispas del África
y los tres días en el calabozo
y la paliza que le di al polaco
o el viaje que le pegue a esa cincuentona borracha en el almacén
toda esa mierda blanca, le escribiré que
la cambie por unas botellas de tequila y por noches en el árbol
y las noches de búho fumando en la ventana
y el genitivo sajón que puse a toda cosa vista
voy a escribirle pesados vocablos de angustia glaciar e incontenible
la lluvia de hoy (que por favor nunca termine)
voy a escribírsela gota por gota
saldré a la calle a contar la lluvia sólo para escribírsela
a la enfermera que tan dulcemente me escondió 4 pastillas con un imperdible debajo del cabello para hacerme más llevadera la estancia en el calabozo de la comisaria de valencia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

l'enfant

Perdóname el regalo que nunca te envié
soy tan infantil que a menudo
olvido que amarte es
un ejercicio puramente egoísta
y que tiene poco que ver
con esa serie de atenciones
que tanto me reclamabas
Y que yo
ciego de amor
no supe ver.

2010

Dependemos de un golpe de barita mágica
y de la divina mano del taumaturgo
porque, a estas alturas,
somos como conejos en una galera.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sanguijuela

Ella ya no dice nada o se desdice todo el tiempo. AH! Que ganas tengo de caerle encima y partirle el alma. Que ganas dios! De decirle lo que es…lo que ya nunca volverá a ser para mí.

Cómo se puede…me pregunto, cómo se puede ser tan…pero no, mejor callarse…no es de valer la pena, desde luego que no…ella…aunque debería decirlo yo…decir lo que pienso…referirle hasta qué punto se ha desvanecido para mi…pero no me sorprende…como aquella otra que pretendía mantenerme escondido detrás de las cortinas y luego conformarme con algún que otro beso furtivo…y que luego, cuando no aguanto más y la dejo, se da el lujo de llamarme mentiroso…ahora me rio pero cuanto sufrimiento debí sobrellevar…pensando que, en efecto, era yo el que actuaba mal…y ahora esto, otra vez…una vez más!

Hace meses que no me habla…y yo he conseguido, contra todo pronóstico, mantenerme distante. No es que crea que es lo mejor. Quiero decir…lo mejor sería darle lo que se merece…bien lo sé yo, pero, en cambio, he preferido retomar el viejo habito de pintar…al principio sólo pintaba su retrato, con colores vivos y luego, al final, instintivamente dejaba caer sobre la tela unos cuantos salpicones de un blanco inmaculado…enseguida pensaran ustedes en Bacon…pero no, es decir, no lo supe hasta más tarde…es verdad que me intrigo tal coincidencia…pero parece que tampoco Bacon sabía porque lo hacía…o por lo menos se lo callo. Ahora incursiono en el Cubismo…aunque me inclino más por el arte surrealista…tengo la certeza de que, a pesar de lo que dicen por ahí, el surrealismo tiene aún mucho que dar…

Hoy la vi…que por qué la miraba así…que si estaba loco…ella es así, un retrete de estación de metros con toda una flota surcando su boquita estrecha…que si me miraba al espejo antes de salir de casa…que fuera a ver a un medico…por un momento creí que me las había visto…pero era imposible que pudiera ver debajo de mis abrigos…pero se lo dije…son tuyas!…roñosa!…esto es lo que me has dejado…y en un ataque de rabia abrí el abrigo ante sus ojos…pude verla…se quedo estupefacta ante la visión…yo, baje con repulsión la cabeza y también las vi…decenas de ellas adheridas en mi torso…como pequeñas bombas libándome la sangre…enseguida me cubrí…y corriendo, regrese a casa.

viernes, 3 de diciembre de 2010

le surréaliste

1
Cuándo dejare de crecerme por los cuatro costados?
Maldigo el hábito de ser quien soy.

2
El viento acaricia las cabezas, anuda los dedos, abre el apetito. Desahucia a los vagabundos, los abre y los barre de las orillas. Los esparce por la capital como a espectros nubosos del rio. Atraídas por su canto las palomas llegaron rodando como fardos sobre el desierto celeste. Esto ocurrió esta mañana. No hubo quejas esta mañana. Esta mañana de bolsillos rotos.


3
Hacia las cinco me puse pálido. Me acune suavemente sobre un vestido de verano de color verde y grabado de flores. ¿De quién será? Me tire a descansar arrullado por el rumor de los que están de vuelta y de los que parten. Todo confundido se parece al graznido de palomas. Cerré el libro por que comenzaba a escasear la luz. La luz es un tesoro muy preciado para mí. Cuando se acaba la luz no puedo más que pensarla. Me imagino corriendo bajo la luz, sumergiéndome en el río. Cuando era niño me gustaba broncearme. Lograba estarme durante horas bajo el sol, en la playa. Pero seamos sensatos. Cuando la luz se va prefiero mantenerme en mi sitio. No me gusta andar trastabillando por la casa. Se siente uno tan solo en la noche. Durante el día la casa es como un tío vivo de flameantes colores, lleno de niños riendo, reclamando su sortija. En la noche. Cuando la noche se instala la casa se vuelve una vieja fábrica abandonada llena de fantasmas.


4
Quien dará alivio a mi cuerpo con una flecha? La transfusión de la vida resplandece en el polvo. La droga salpica de mierda. Eso bien lo sé yo. A puertas cerradas con los vasos vacios de música. Lo sé yo en este cuarto mal herido. Herido el cuarto de relámpagos. Mientras espero que las ventanas se enciendan como velas. Mientras aguardo a que la luz llegue y se derrame en la caja de mis ojos y circule por mis venas.


5
Arrullado por el rumor de una vieja fábrica. Prefiero mantenerme en mi luz. Un tesoro muy preciado. Niños riendo, reclamando, resplandecen como polvo…sencillamente los cerré. La droga es como un tío vivo salpicando mierda. Vasos vacios de sortijas. En la noche. Cuando seremos sensatos? Cuando nos bastara la música para iluminarnos? No lo sé yo flameante de colores, lleno de cosas que parten y me abandonan. La transfusión de la vida sumergiéndome en el rio. Quien me dará alivio encendiendo unas velas?

El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...