sábado, 18 de diciembre de 2010

no vas a olvidarte

I

Acaso esta tristeza pronunciada
con mi voz de autómata
resistiendo la embestida de la aurora
tejiendo escarpines con tu nombre
para el niño “yo” que tiene frio de vos.
¿Me condena al pasado?
¿Me resisto al presente?
¿Le temo al futuro, sin vos?
¿Le temo? Lo cierto no es lo puro.
Lo que salva y lo que muerde, no es.

En cambio vos y yo, acaso, también
Morimos. ¿Estamos muertos?
¿Sobrevivís a la ausencia de mis manos?

Tus huesos se fundieron en la cruz
de mi pesar, que arrastro en las noches

¿te acordás de esa noche? ¡Arrepentida?
¿Por qué decidiste echarte atrás?
echarme a andar, ciego, doliente
como una oración que se lanza
hacia la tormenta, implorando
que deje de doler. Pero, ¿qué parte
de mi mismo duele? ¿qué parte de vos
viene a postrarse en mi lecho y me hiela
el cálido sueño, el amor...


II


Ahora que no estás\ te has ido
pero, ¿estabas \ antes? cuándo
decías estar\ cuando yo te miraba
intrigado\ dolido\ apastado
indagando en la luz\ lucecita\ vos
linternita fluorescente\ bengala

Dónde\ cuándo\ hacia qué nuevo
optimismo\ fuera de mi\ tan a salvo
de mi llanto\ de mis ruegos, de mis
dedos\ boca \sangre\ huesos míos.

Quién te espera al otro lado
fuera de mi\ en la jungla
Quién cuidara de vos\ nubecita
de fosforo\cucharadita de jarabe.

1 comentario:

  1. Estuvimos en piel y huesos, en alma y espiritu. Todo fue tan real que el frío de aquella noche, cuando nada supimos comprender, sigue haciendome tirital los huesos.
    Este poema...

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El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...