domingo, 5 de diciembre de 2010

Sanguijuela

Ella ya no dice nada o se desdice todo el tiempo. AH! Que ganas tengo de caerle encima y partirle el alma. Que ganas dios! De decirle lo que es…lo que ya nunca volverá a ser para mí.

Cómo se puede…me pregunto, cómo se puede ser tan…pero no, mejor callarse…no es de valer la pena, desde luego que no…ella…aunque debería decirlo yo…decir lo que pienso…referirle hasta qué punto se ha desvanecido para mi…pero no me sorprende…como aquella otra que pretendía mantenerme escondido detrás de las cortinas y luego conformarme con algún que otro beso furtivo…y que luego, cuando no aguanto más y la dejo, se da el lujo de llamarme mentiroso…ahora me rio pero cuanto sufrimiento debí sobrellevar…pensando que, en efecto, era yo el que actuaba mal…y ahora esto, otra vez…una vez más!

Hace meses que no me habla…y yo he conseguido, contra todo pronóstico, mantenerme distante. No es que crea que es lo mejor. Quiero decir…lo mejor sería darle lo que se merece…bien lo sé yo, pero, en cambio, he preferido retomar el viejo habito de pintar…al principio sólo pintaba su retrato, con colores vivos y luego, al final, instintivamente dejaba caer sobre la tela unos cuantos salpicones de un blanco inmaculado…enseguida pensaran ustedes en Bacon…pero no, es decir, no lo supe hasta más tarde…es verdad que me intrigo tal coincidencia…pero parece que tampoco Bacon sabía porque lo hacía…o por lo menos se lo callo. Ahora incursiono en el Cubismo…aunque me inclino más por el arte surrealista…tengo la certeza de que, a pesar de lo que dicen por ahí, el surrealismo tiene aún mucho que dar…

Hoy la vi…que por qué la miraba así…que si estaba loco…ella es así, un retrete de estación de metros con toda una flota surcando su boquita estrecha…que si me miraba al espejo antes de salir de casa…que fuera a ver a un medico…por un momento creí que me las había visto…pero era imposible que pudiera ver debajo de mis abrigos…pero se lo dije…son tuyas!…roñosa!…esto es lo que me has dejado…y en un ataque de rabia abrí el abrigo ante sus ojos…pude verla…se quedo estupefacta ante la visión…yo, baje con repulsión la cabeza y también las vi…decenas de ellas adheridas en mi torso…como pequeñas bombas libándome la sangre…enseguida me cubrí…y corriendo, regrese a casa.

1 comentario:

  1. Me agrado esta mañana leerte. Sigue escribiendo asi y emocionandonos, con tus letras.

    Abrazos.

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El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...