sábado, 5 de septiembre de 2020

Contra la pared

 - Contra la pared. - dijo el policía

- No, no hace falta, quédese de frente. - me dijo su compañera, cuando yo me giraba de cara a la pared.

- Sus documentos, por favor - me dijo él.

- puede ir sacando lo que lleva en los bolsillos muy despacio - me dijo su compañera - con calma - agrego enseguida,  moviendo su mano derecha, muy lentamente, arriba y abajo, como para botar una pelota de basketball.

- estoy calmado - dije yo -soy muy friolero- agregue

- chistoso?- pregunto su compañero

- no tiene más que mirar el color de mis manos- dije yo

- tomo alguna sustancia- me pregunto él

- no se a que se refiere con sustancia, especifique más- dije yo

- tomo usted drogas- repitió el, un poco alterado

- con calma - le dije - estamos entre gente buena - y luego seguí

- ansiolíticos - mientras sacaba de los bolsillos una caja de

Clonazepam y otra de Alprazolam.

- Es usted paciente psiquiátrico - me pregunto ella con amabilidad

- si - respondí.

- y suele llevar las cajas encima - me pregunto él

- nunca - respondí - las compre hoy.

Él le paso una caja a ella y sacaron los blisters de dentro. 

- Pero este blister solo tiene una pastilla.- dijo él.  

- Este dos - dijo ella. 

- Nos dice que las compro hoy, y ya solo le quedan la mitad de cada caja.- dijo él, en tono de burla o sintiéndose burlado.

-Indicaciones del doctor- le dije - cada vez que duela o tu cabeza tenga malos pensamientos- esas fueron las palabras del Doc- les dije.

- Tiene las recetas o algún comprobante - dijo ella

- Aquí señorita - le respondí mientras le extendía el duplicado de las recetas.

Las observo un momento y me las devolvió.

-Puede guardarlas- me dijo y dirigiéndose a su compañero - todo en orden.-

-Que mas tiene en los bolsillos- me pregunto él - no quisiera tener que cachearlo - prosiguió.

Saque mi billetera, un paquete de tabaco, un mechero y un cutter.

-Y esto- dijo él inmediatamente blandiendo el cutter a la altura de mis ojos

-por sí decido quitarme la vida- le dije, con mucha calma.

-Esto es posesión de alma blanca- me dijo él

-eso no clava, es un corta papel, por dios - le respondí y proseguí - lo compre hoy, esta en su celofán, con el precio, ni siquiera lo abrí- apelando a la comprensión de su compañera - es para hacer manualidades, ya sabe, me distrae de los malos pensamientos, de los pensamientos suicidas, también recomendación del psiquiatra.- agregue

Ella se acerco más a su compañero y susurro - no parece, ya sabes, que no tiene la pinta de esos. - pude oírla. - Yo le creo.-  dijo finalmente.

- Muy bien, tiene algo más encima. - pregunto él.- 

- No- respondí, mientras me palpaba el saco para que vieran que estaba vacío y daba de sí los bolsillos del pantalón - completamente vacíos - les dije.

- Hacia dónde se dirige - me pregunto él

- vuelvo a casa- respondí yo

- vive lejos- me pregunto

- a seis calles- conteste

- muy bien puede guardarse sus cosas- me dijo él mientras apartaba a su compañera unos metros de mi.

Ella me miraba y negaba con la cabeza a todo lo que él le decía. Luego hablaba ella gesticulando con las manos, muy dulce.

A los pocos minutos volvieron. 

- Muy bien- dijo él - puede marcharse, y espero no volver a cruzármelo durante esta noche. 

Y yo,

- No volverá a verme, no esta noche - le respondí sonriente

- y no vaya por ahí con todas esas pastillas encima y baje la dosis- me dijo ella, sonriendo

- lo tomare en cuenta - le respondí.

Acto seguido me despedí y tome el camino a casa. A los pocos metros, abrí la caja de alprazolam, saque la última pastilla que quedaba en el primer blister y la puse bajo mi lengua. Amarga como el limón. Más amarga incluso que el desamor.   


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El Modo

este que se arrastra por las calles entre la gente el que se pasa el día llorando en un cuarto oscuro deseando estar muerto no soy yo ahora ...